La cerveza es la bebida alcohólica más popular en el mundo. En América Latina, Panamá es líder en el consumo de cerveza con un estimado de 372 botellas (de 330 milímetros) anuales por persona, seguido por Brasil, con 277; Colombia, con 246; México, con 233; y Chile, con 199 botellas per cápita[i].
Antes de la pandemia de COVID-19 se preveía que el mercado mundial de cerveza se beneficiaría de un crecimiento interanual de 6% (desde 2016 a 2021), pasando de un valor de 530,000 millones de dólares a 736,000 millones de dólares[ii]. Tras dos años de medidas para mitigar los contagios, la industria cervecera, como todas, tuvo diversas complicaciones, pero con todo ello, algunos expertos mantienen los pronósticos positivos, con un incremento promedio de 5% por año hasta 2026[iii].
La resiliencia de esta industria en particular se deriva de que, justamente, unos años antes del inicio de la crisis sanitaria, ya se vivía una transformación para satisfacer las necesidades de los nuevos consumidores. Las nuevas generaciones buscan bebidas diferentes e innovadoras, lo que ha impulsado la exploración de procesos de fabricación de cerveza, la búsqueda de nuevos sabores y la tendencia de la premiumización. Dichas exigencias han sido clave para el auge de las cervezas artesanales y actualmente Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia lideran la elaboración de este tipo de cervezas[iv].
Sin embargo, este incremento en la demanda de productos premium, pone presión sobre los proveedores de servicios de almacenaje y transportación.
El valor de lo artesanal recae en la cadena fría y última milla
Las cadenas de suministro dedicadas a la industria cervecera enfrentan muchos retos, pero éstos se multiplican al tratarse de las bebidas artesanales que, por su elaboración no industrializada, exigen un mayor cuidado en su transportación. Víctor Lucia, Project Manager de Craft Beer en maxiaNET nos comparte que, a diferencia de las marcas comerciales, las cervezas artesanales no están pasteurizadas ni filtradas y por ello son más sensibles a las variaciones bruscas en las condiciones térmicas. Incluso los factores externos como la luz solar pueden afectar las condiciones organolépticas (color, sabor, olor y textura) de este tipo de productos.
“La falta de pasteurización o filtrado, implica que se está manipulando un producto vivo, ya que hay levaduras activas que requieren un minucioso cuidado de la temperatura para no afectar sus propiedades organolépticas. Generalmente se deben mantener entre 2 a 6 grados y de presentarse variaciones en este rango deben de ser pocas y muy breves”, explicó el experto de maxiaNET.
Como ya se mencionó, durante el traslado y almacenamiento de cervezas de tipo artesanal, se debe evitar la exposición a la luz del sol, ya que los rayos UV alteran sus propiedades. Además, al tratarse de bebidas carbonatadas, una manipulación descuidada puede repercutir en la generación de espuma excesiva.
El momento más vulnerable en la Cadena Fría se da en la parte de Última Milla, ya que no existe una cultura de control en esta etapa. Lucia consideró que dicho riesgo se debe a que el sector está equipado exclusivamente para la manipulación de cervezas comerciales, las cuales no requieren un control estricto de refrigeración durante su transportación o almacenaje, “por lo tanto los distribuidores e incluso los restaurantes no están acostumbrados a exigir los cuidados necesarios a los proveedores de servicios de Cadena Fría y Última Milla.
Para el especialista en Craft Beer, es de suma importancia el trabajo de educación que realiza maxiaNET para lograr que todos los participantes de la industria de la cerveza artesanal sean conscientes de los riesgos que enfrentan los productos a lo largo de la Cadena de Suministro y pongan mayor foco en la Última Milla, período en el cual se presentan los mayores descuidos, que se traducen en pérdidas monetarias por la merma del producto.
“Es importante contar con una Cadena de Suministro especializada en esta industria para que cuide el producto en todo momento y ponga particular énfasis en el cuidado a la Última Milla, porque al final de cuentas es la que asegura el primer contacto con el cliente, es decir distribuidores y puntos de consumo”, enfatizó.
Más allá de la merma, la principal consecuencia de descuidar la última Milla radica en el potencial desprestigio de la marca, ya sea porque el consumidor final no degusta una cerveza con las características óptimas, o porque el distribuidor no percibe que el producto cumple con los estándares de calidad ofrecidos.
En maxiaNET hemos conformado un equipo de especialistas en Última Milla, pero que incluye expertos en sectores específicos. Tenemos personal con amplia experiencia en la industria cervecera artesanal porque el diseño de una logística adecuada a las necesidades de este sector, requiere un entendimiento más profundo del mismo.
Gracias a nuestro servicio eficiente, eficaz y flexible podemos responder a los requerimientos específicos de cada producto y de cada uno de nuestros clientes. Actualmente, somos capaces de brindar a los productores cerveceros soluciones que enfatizan el cuidado de la temperatura desde la planta de producción, pasando por los almacenes y, sobre todo en la etapa de Última Milla.
Nuestra oferta tiene la adaptabilidad necesaria para mantener la mejor calidad sin importar que se trate de volúmenes reducidos, a través de protocolos y procesos que nos permiten garantizar el uso eficiente de los recursos de nuestros clientes, al controlar micro fugas en costos y prevenir la merma de producto.
[i] Expensivity, World Meer Index 2021, 2021. Consultado en junio de 2022.
[ii] Deloitte, La cerveza artesanal. Una experiencia multisensorial , 2016. Consultado en junio de 2022.
[iii] Informe de Expertos, Mercado Latinoamericano de Cerveza, 2021. Consultado en junio de 2022.
[iv] Expensivity, World Meer Index 2021, 2021. Consultado en junio de 2022.